El encuentro ante Peñarol finalizaría con un simbólico 4-0 en favor del Millonario. En el segundo tiempo, Enzo convirtió el segundo y el tercer tanto, ambos de penal (el primero había sido de Marcelo Salas, quien regresó a River para la ocasión).
En los últimos minutos del juego, los hijos de Francescoli ingresaron para ser parte de la fiesta y, en la última jugada, Marco habilitó a Bruno y este le puso cifras definitivas al resultado.
Aquella noche inolvidable para todo el pueblo riverplatense significó el broche de oro para la carrera del uruguayo, quien disputó 237 partidos en el Club, en los que anotó 135 goles y obtuvo siete títulos.