En tal sentido, el documento aprobado por todos los órganos de gobierno del Club reafirma categóricamente la línea histórica de River Plate en relación con la defensa de la figura de asociaciones civiles sin fines de lucro. A su vez, insta al fútbol argentino a defender el modelo bajo el cual fueron concebidos los clubes en el país, en el que los socios deciden sobre los destinos de la institución a la que pertenecen.
A continuación, los párrafos más salientes del documento aprobado:
Entendemos y concebimos a nuestros Clubes como entidades que han cumplido desde su fundación un rol social central en nuestra sociedad, subsidiarias del Estado, brindando el ámbito donde se realizan actividades físicas, deportivas, culturales, sociales y educativas.
La educación y la salud no son inversiones rentables en pesos, son inversiones tendientes a formar ciudadanos capaces y sanos para desempeñarse en su vida presente y futura.
Un balance en cero es un buen balance para una entidad sin fines de lucro: significa que ha administrado bien sus ingresos-egresos y ha distribuido su superávit en beneficios y servicios a los socios.
Un balance en cero es un mal balance para una entidad lucrativa, porque significa que no ha ganado dinero, que es el último fin de sus socios accionistas.
La transformación de los Clubes hará posible caer en manos extrañas al socio el manejo de lo que les pertenece, impidiendo la participación democrática del mismo y dejando las decisiones en manos de inversionistas ajenos a la misión y visión que en los estatutos se expresa.
No es lo mismo un Club donde el socio es parte de la Asamblea de Representantes como órgano soberano que un Club manejado por decisiones tomadas en una reunión de directorio.
Es más, nada impide que un simpatizante de un club pueda ser accionista controlante de un Club rival, por el solo hecho de aportar dinero y viceversa, o que alguien sea accionista de varios clubes sin siquiera simpatizar con los mismos.